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Melcocha de versos

 

El pasado nubla, el permitirse el presente.

El pasado escucha, lo que necesita la mente.

 

Son turbulentas las horas, en que dejo de ser Doctora,

de sanar mis neuronas, inmortalizando la aurora.

 

Cuando la luz aunque encendida no ilumina las teclas,

me angustio un poco, veo lejos la meta,

Cuando los rezos no alcanzan y las Iglesias sofocan,

mi Alma tose fuerte y grita ¡escritura no me sueltes!

 

Porque las piedras pueden ser peldaños,

porque lo negro puede ser rebaño,

Yo sé que puedo ser leída

sobre todo por mi ser de niña.

Yo sé que puedo expresar en alas y colores,

lo que llamamos temores.

Yo sé que pinto con palabras, acuarelas y acrílicos.

 

 El día que pueda traducir el fuego del cielo y su negro glacial, ese día me llamaré escritora y haré de mi Arte un Altar.

 

 Canalizando,

 

Laura Devos, 10h56 del martes 25 de febrero de 2020